• Redacción
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• 2004-12-01 00:00:00

La Champagne es una región vinícola rigurosamente organizada. Las cepas, en su mayor parte, son propiedad de los vinicultores, que están asociados en cooperativas o bien ligados por contrato a las grandes marcas y casas mundialmente célebres. Pero un pequeño número vinifica, elabora y vende su propio Champagne. “Récoltant-manipulant” llaman a estos todoterrenos que elaboran la cosecha de sus propios viñedos. Si la cosecha propia no es suficiente, adquieren una tarjeta de comerciante y compran uva como las grandes marcas, pero sin llegar a la envergadura de éstas (generalmente varios millones de botellas): Esta guía está dedicada a estas pequeñas empresas de calidad. Invitamos a a) los mejores productores que conocíamos, b) todos los miembros del muy exclusivo “club” de los récoltants, que incluye alrededor de cincuenta miembros, y c) las bodegas recomendadas por los comerciantes de vinos. Así reunimos unas cincuenta cuvées tal y como están actualmente en el mercado. El nivel de calidad es alto, como es habitual, especialmente en el caso de las bodegas que poseen largos años de experiencia en la “manipulación” del Champagne, a un nivel de precios francamente interesante. Cataron Barbara Schroeder y Rolf Bichsel. 14,5 Raymond Boulard Petraea El único vino de este productor que posee algo de personalidad, aunque ésta se expresa a costa de la elegancia y la finura. 14,5 Raymond Boulard Tradition Tosco, sin finura, con una aromática importuna. 14,5 Raymond Boulard Millésimé Vintage 1998 Un vino sencillo, lineal, con bastante casta, pero que despierta poco interés. 14,5 Raymond Boulard Cuvée Réserve Brut Dulzón, sencillo, aunque bastante refrescante, con un final de manzana. Poca personalidad. 14,5 Raymond Boulard Grand Cru Mailly Sencillo, pero agradablemente frutal, compacto, con aroma de bayas; mejor para acompañar una comida. 14,5 J. Charpentier Brut 1998 Nariz dulzona, algo importuna, pero en boca agradablemente frutal; sencillo y agradable. 14,5 Guy Larmandier Blanc de Blancs – Cuvée Prestige 1998 Abocado, agradable, redondo, pero con poca consistencia o frescor. 14,5 Champagne J.L. Vergnon Blanc de Blancs 1998 Oro profundo, burbujas muy espumosas; bastante especiado con sus notas de vainilla y nuez, aunque poca finura y contenido. 15 Robert Fleury Cuvée Robert Fleury Uno de los pocos vinos de la Champagne de producción biodinámica. Muy vivaz, especiado, salvaje. En él se mezclan todas las características e ideas posibles, es mineral, fresco, seco, herbáceo, lleno, maduro, es decir, no precisamente equilibrado ni elegante. A cambio, posee bastante personalidad. 15 Forget Chemin Spécial Club 1998 Debido a sus notas tostadas, ligeramente reductivas, este espumoso resulta al principio algo pesado, pero también frutal, especialmente en el final, lo que lo hace más saludable. Fiable, para acompañar una comida. 15 René Geoffroy Cuvée Prestige Compacto, honesto, lineal: un Champagne que no brilla por su finura, sino por su carácter marcadamente seco y su hechura impecable. 15 Henriet Bazin Grand Cru Brut 1997 Oro brillante y madurado; un vino aromático y sabroso, lleno y maduro, amable, con notas de pastas y vainilla, que se puede servir de aperitivo o sencillamente solo; es agradable sin resultar complaciente. 15 Serge Mathieu Brut 1998 Oro grisáceo; burbujas impetuosas, aún muy juvenil, característica también subrayada por la impresión en boca, resulta en este estadio de alguna manera inacabado, a pesar de su frescor y la pureza de su tono. Hay que dejarlo madurar un poco. 15 Bruno Michel Cuvée Pauline 1998 Bruno Michel nos cae bien y conocemos su talento. Pero de este vino no opinamos gran cosa. Eso sí, la etiqueta de color caramelo de violeta responde exactamente al contenido: tremendamente aromático, dulce, con notas de caramelo de menta y Coca Cola –no, no es una broma. 15 Bernard Rémy Cuvée Prestige Wacher, frischer, robuster Champagner, den man Un Champagne despierto, fresco, robusto, para disfrutarlo mejor acompañando una comida. No es un vino para quien no le guste la acidez. Posee carácter y eso es algo realmente muy loable. 15,5 Paul Clouet Cuvée Prestige Buen vino: posee casta, especiado y carácter. Por ello, es bueno para acompañar una comida. 15,5 De Méric Catherine de Médicis Cuvée Prestige Madura nariz de pasteles (brioche, nueces y vainilla) al “gusto inglés”; pero luego en boca no posee toda la casta y elegancia que se esperaba, aunque es aromático y agradable. Un vino muy interesante para los amantes de tales vinos especiados. 15,5 Diebolt-Vallois Prestige Un Champagne fresco y con casta para cualquier ocasión, mineral, frutal, vivaz. 15,5 Marc Hébrart Cuvée Spécial Club 1999 Uno de los vinos que nos han llamado especialmente la atención. A diferencia de muchos otros vinos de la Champagne de pequeños productores, posee mucha finura y frescor y una gran longitud aromática. Por ello resulta muy refrescante, pero también suficientemente persistente como para servirlo acompañando una comida. Cuando madure, crecerá y alcanzará medio punto más. 15,5 Janisson Baradon & Fils Georges Baradon Cuvée Prestige 1999 Lo único que se le puede echar en cara a este vino es su juventud. Algunos meses de maduración le sentarían bien, pues la acidez aún es imperiosa y, de alguna manera, tiene vida propia. Pero es especiado, individual, refrescante. 15,5 Serge Mathieu Cuvée Prestige Buen vino compacto, consecuente en sí mismo, y absolutamente recomendable, posee frescor y casta: para un picnic, para comer. 15,5 Jean Pernet Cuvée Prestige – Blanc de Blancs Un Champagne extraordinariamente refrescante y bien hecho; puede acompañar una comida o servirse de aperitivo. 15,5 Veuve Fourny & Fils Cuvée du Clos Faubourg Notre Dame 1997 Posee carácter y casta, acidez marcada y un especiado seco y espumeante: ¡un Champagne para una partida de póquer! Aún puede madurar. 15,5 Voirin Desmoulins Cuvée Spécial Club 1998 Ya en la nariz sorprenden las marcadas notas de angélica y manzanas verdes, de vainilla y piña. Luego, en boca, impetuoso y temperamental como actualmente son y deben ser muchos vinos del 98; la textura de un vino que aún puede madurar. 16 Guy Charlemagne Mesnillésime 1999 Increíblemente frutal, agradable, un Champagne ya redondeado, si se le perdona la burbuja algo salvaje; fresco, seductor y agradable: el aperitivo ideal. 16 De Sousa Cuvée des Caudalies 1999 Un Champagne muy aromático, balsámico y especiado, que no resulta pesado gracias a su frutalidad y casta. Para acompañar empanadas, ave con salsa, queso blando. 16 Fallet Dart Millésimé 1997 Hace ya mucho tiempo que los vinos de Fallet Dart son algo muy particular en la Champagne. Poseen una frutalidad que más bien es característica de otros países o regiones (notas especialmente seductoras de pomelo y frutas exóticas), un especiado que no tiene parangón y, sin embargo, resultan increíblemente frescos y elegantes; por ello se reconocen como auténticos vinos de Champagne. El del 97 ahora es especialmente delicioso: un vino para cualquier ocasión, del que conviene tener en la bodega más de una botella. De algún modo, estas botellas se vacían mucho antes que las demás… 16 Michel Genet Cuvée Prestige de la Cave 1998 Muestra frescor, frutalidad, casta, temperamento, aún puede madurar. Con suficiente elegancia para servir de aperitivo y suficiente contenido para acompañar una comida. 16 Pierre Gimonnet & Fils Spécial Club 1998 Decididamente con casta y frescor, con sus notas de manzanas verdes y nueces. Aún debe madurar un poco; para amantes del Champagne lleno de carácter y ácido marcado. 16 Henri Goutorbe Goutorbe Brut 1997 Un Champagne maduro de una increíble frutalidad, con su final de compota de ruibarbo, sabroso, frutal, deleitable –ideal tras una comida fuerte. 16 Leclerc Briant Cuvée Divine 1996 Especiadamente frutal, un Champagne agradablemente maduro, de fruta vinosa, con notas de grosella negra, que acompaña bien toda una comida, por ejemplo aves o empanadas. 16 Serge Mathieu Tête de Cuvée – Select Oro luminoso; especiado, complejo, rico y, si esta cuvée fuera algo más madura y redondeada, aún sería más deleitable. No obstante, los aromas de vainilla y avellana son altamente seductores, el rosario es de burbuja fina y regular, el vino permanece largo tiempo en boca, posee finura y casta con su agradable nota amarga; por ello, es decir, por su individualidad y su personalidad, ha recibido la buena nota. 16,5 Larmandier Bernier Blanc de Blancs 1996 Vivaz y frutal en el principio, luego con casta y aún muy juvenil-impetuoso, todavía no ha llegado a su mejor momento. Un vino honesto, temperamental, “chispeante”. 16,5 J. Lassalle Blanc de Blancs 1999 Espuma impetuosa, burbuja salvaje; en oposición a la primera impresión juvenil, luego la aromática es increíblemente compleja: elegancia y finura de este vino que se cuenta entre los más hermosos por complejos y seductores de esta cata. El final frutal a frambuesa es el colofón. ¡Bravo! 16,5 José Michel & Fils Spécial Club 1996 Oro pleno; con la compleja nariz balsámica del Champagne maduro, pero sin pesadez, notas de pastas, mantequilla, nueces, vainilla, en boca tan elegante como denso, incluso espeso, largo. Ideal para acompañar una comida, incluso está sabroso con el queso. 16,5 Vilmart & Compagnie Cœur de Cuvée 1997 De gran elegancia y frescor, con una compleja aromática llena de finura, termina largo y con casta, con una agradable nota amarga: un Champagne extraordinario tanto para aperitivo como para comer. 17 Gaston Chiquet Spécial Club 1997 Un Champagne increíblemente vinoso, frutalmente especiado, con casta, tan refrescante que también se puede servir como entrante, pero con tanta fuerza que puede acompañar una comida. Un excelente Champagne lleno, en su momento perfecto. 17 Diebolt-Vallois Fleur de Passion 1999 Para saber lo que es un Champagne elegante, aéreo, ligero y fino, hay que catar esta cuvée, que también en este año se cuenta entre los vinos espléndidos; ya es amable y redondo, aunque no se podrá guardar mucho tiempo. En este estadio es excelente. 17 Henri Goutorbe Spécial Club 1998 Increíblemente sabroso y fresco, frutal y con casta, quizá aún algo juvenil, pero de excelente factura, ideal para acompañar una comida, pescado y mariscos; aún puede madurar. Termina sobre notas de grosella espinosa. 17 Tarlant Cuvée Louis Oro pleno; Tarlant brilla ahí donde los demás farolean: en la vinificación en barrica. El ensamblaje de vinos base de dos años es de auténtica complejidad, al mismo tiempo suave, maduro, redondo y con casta, aromático y muy rico, complejo, elegante: un vino excelente lleno de personalidad. 17,5 Bonnaire Brut Blanc de Blancs Prestige 1998 Mineral, con casta, nobleza y una increíble longitud: los Grand Cru Cramant de Bonnaire hace años que pertenecen al grupo de los vinos superiores de los vinicultores de la Champagne. Esta añada del 98 aún debe madurar un poco. 19 A. Soutiran Collection Privée 1996 Tras escupirlo (lamentándolo), primeramente nos quedamos literalmente atónitos durante exactamente 73 segundos. ¡Nunca habíamos catado algo así procedente de una de las pequeñas Casas de Champagne! Sensacional, complejo, elegante, refinado, fino, denso, suave, maduro, fresco, frutal, mineral, especiado, pero no demasiado –las valoraciones, palabras y superlativos se agolpan en tropel. Tras destapar la botella, sorpresa e indignación: ¡Cómo se puede embotellar tal maravilla en una botella tan banal, de color azul club nocturno! ¿O acaso esto responde a la lascividad de este vino excepcional? Alain Soutiran es un viejo amigo y conocido. Y además, es uno de los vinificadores y mezcladores de cuvées con más talento de la Champagne. Con esta cuvée se ha superado a sí mismo..