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Un crianza poderoso

  • Redacción
  • 2004-03-01 00:00:00

Conocida por su imponente edificio de estilo ecléctico sito en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), la bodega Arzuaga-Navarro fue fundada por Florentino Arzuaga a principios de los años 90, y pronto destacó por sus tintos poderosos y sin concesiones, que sobresalen en la ya vasta producción de la Ribera del Duero. La calidad es el aspecto más mimado en esta bodega, una atención que se inicia en el viñedo. Aquí se cuida ajustar los rendimientos, en sintonía con unos suelos de escasa fertilidad y un clima duro como el castellano. La excelente calidad de sus uvas y la pasión por la exactitud en el trabajo han hecho que sus vinos se encuentren ya entre los más prestigiosos de la D.O. Ribera del Duero. La estrategia consiste en situarse en la gama de vinos de alta calidad, con producciones limitadas, dando prioridad a un mercado de Crianzas y Reservas, mientras que sólo alcanzarán la categoría de Grandes Reservas las añadas excepcionales. El parque de barricas es también una de sus prioridades. Para los Crianza se trabaja, sobre todo, con roble americano, dejando el roble francés para el envejecimiento de Reservas y Grandes Reservas. Como el Arzuaga Navarro Crianza 2000 que traemos hoy aquí, un tinto en el que el aficionado percibirá su juventud aunque marcada por un año en madera, tiempo que le ha enriquecido en complejidad. Haga su cata y mande el resultado a la redacción de nuestra revista: C/Teruel, 7. Colonia de Los Ángeles. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los cinco mejores catadores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de esta prestigiosa bodega.

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