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La quintaesencia del vino tinto joven es el elaborado por el método tradicional de “maceración carbónica”. Estos vinos del año, procaces, rebelión plebeya del granel que asalta la mesa y se codea con los grandes de etiqueta, tiene una tradición multisecular en nuestro país, fundamentalmente en la Rioja Alavesa, donde se le conoce popularmente como vino de “cosechero”. Ellos fueron los primeros en dignificarlo, haciendo que se reconociera el valor añadido de un joven que exige, para una elaboración que tiene mucho de espontáneo, gran calidad de uva y mucha asepsia. Los vinos de maceración carbónica pasan por un gran momento. Europa se ha enamorado de estos tintos frescos, de colores violáceos, fragantes aromas primarios, y suave carnosidad. En España han superado el área tradicional riojana para extenderse por numerosas regiones como Toro, donde el inefable Fariña, pionero en los vinos de calidad de la Denominación de Origen, viene desde hace unos años elaborando una de los exponentes más cotizados del vino de maceración carbónica: su “Primero” a base de 100% Tinta de Toro, una variante de nuestra afamada Tempranillo. Con tan magnífico vino consiguió el premio del público en la pasada muestra de vinos de maceración carbónica “Primer’98”, en dura competencia con los mejores del país. Es, por lo tanto, “Primero” un camino seguro para el conocimiento de las características del tinto joven con vocación de mito, que es el elaborado mediante maceración carbónica. Su paisaje aromático, la riqueza en polifenoles, la expresividad de su paladar, etc. lo convierten en un vino idóneo para la cata y la degustación. Así que no dude en adquirir una botella de “Primero” y mande, mediante la ficha adjunta, sus impresiones a la redacción de la revista “MiVino”, Puede hacerlo por fax o correo. Los 5 mejores catadores recibirán de premio una caja de 6 botellas de la bodega.
