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La Nueva Mancha

  • Redacción
  • 2002-03-01 00:00:00

Sobre lo que es o llegará a ser el sector de la vitivinicultura y el devenir de los vinos manchegos tienen mucho que decir y demostrar las grandes bodegas foráneas que se han instalado en La Mancha, que han encontrado en esta zona una auténtica tierra de promisión. La centenaria firma jerezana González Byass es una de esas bodegas visionarias, una casa que ha volcado su dilatada experiencia, de más de 150 años, en emprender nuevos proyectos encaminados a elaborar vinos de gran calidad en regiones vinícolas dinámicas y con grandes perspectivas.
Los planteamientos han sido muy claros: gestar un gran vino a partir de uvas seleccionadas, de una tecnología renovada y de la aptitud de su clima y sus terrenos para el desarrollo de la vid, incluso mucho antes de comenzar la construcción de la nueva bodega y ponerla nombre. La versátil Tempranillo, allí conocida como Cencibel, pone todo su potencial y frutosidad, en unión de la Merlot y la Syrah, para dar como resultado un tinto con carácter pionero: Altozano Crianza ‘98. Tras doce meses de envejecimiento en barricas de roble americano, este vino muestra un esqueleto bien armado. El aficionado podrá degustar su refinada y marcada personalidad, desde su atractiva intensidad cromática hasta su expresiva y compleja nariz, para continuar saboreándolo en boca y apreciar su notable corpulencia y persistencia. Sabia conjunción de variedades para un tinto manchego de nuevo cuño.

Haga su cata y mande el resultado a la redacción de nuestra revista: C/Teruel, 7. Colonia de Los Ángeles. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los cinco mejores catadores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de esta prestigiosa bodega.

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