• Bartolomé Sanchez
• •
• 2004-07-01 00:00:00

Sigo los pasos de este tinto desde que era prácticamente un recién nacido. Ya vestido y diferenciado con su minimalista etiqueta, lo he vuelto a encontrar en su presentación en Lavinia, de la mano de Sara Pérez y René Barbier. El vino sigue su progresión ascendente, pero me encanta ver que la nueva generación del Priorat proyecta su labor con la maestría de los veteranos. Y es que es lógico, pues llevan toda su vida entre barricas y vides. Ellos y seis amigos más se aliaron para elaborar un vino diferente, salido del corazón de Gratallops, de un pequeño majuelo -apenas una hectárea- donde la Cariñena y la Garnacha rivalizan para ofrecer un fruto tan escaso como de gran calidad. En el 2001 la cosecha fue realmente exigua y la maduración muy difícil, tanto que se tuvo que pasar hasta cuatro veces por la misma cepa para vendimiar cada racimo en su óptimo punto de sazón. Comenzó la fermentación en barricas de roble francés, abiertas por un lado. Después, y una vez repuesta la tapa a las barricas, continuó su educación hasta completar veinte meses en la misma madera. Por fin Toro Vega Sicilia es así. Una casa con la suficiente entidad para que la paciencia constituya una de sus mejores virtudes. Y así quiere la familia Álvarez que siga por muchos años. Su nueva bodega de Toro ha tenido que superar unas cuantas cosechas para que su primer producto salga al mercado con el carácter y la calidad por ellos exigida. Las 80 hectáreas que posee la bodega recién terminada proveen con creces de la materia prima, porque del primer tinto, este 2001, solo saldrán al mercado 80.000 botellas y algunos mágnum. Se aprecia en el vino una magnífica labor de equipo, en el cual, el director técnico Xavier Ausás y la joven enóloga Begoña Jovellar han diseñado un Toro que posee las características de la zona aunque dejando la jerarquía a la elegancia. Instalaciones impecables y modernas, se incluye la novedosa cámara frigorífica para enfriar la uva antes de la fermentación, barricas recién estrenadas, y cuidado sumo para vestir de gala a uno de los vinos que ratifican la magnitud de la comarca. La Vinya del Vuit 2001 B. La Vinya del Vuit. La Font, 34 – 43737 Gratallops (Tarragona). Tel. 627 44 96 68 laviñadelvuit@terra.es. D.O. Qualificada Priorat. Precio: 70 €. Tipo: Tinto crianza. Variedades: 95% Cariñena; resto, Garnacha. Crianza: 20 meses en roble francés. Fecha de entrada: 15/6/2004. Consumo óptimo aproximado: 7 años a 16/18° C. Puntuación: 9,3/10 1ª Cata: Imprescindible decantarlo en estos momentos. Hay que abrir la botella antes, no importa el tiempo, una hora, dos… no por reducciones extrañas o malos aromas -que no existen- sino simplemente para conseguir disfrutar plenamente de sus enormes posibilidades aromáticas, de su pizarroso carácter, sus notas de cacao, especias, tinta china, violetas o fruta madura. Ya en el paso de boca se aprecia la suavidad tánica que envuelve el paladar, un cuerpo fuerte y una excelente expresividad en el posgusto. Pintia 2001 B. y Viñedos Pintia. Ctra. Morales de Toro. 47530. San Román de Hornija (Zamora) Tel. 983 78 41 78. vegasicilia@vega-sicilia.com. D.O. Toro. Precio: de 20 a 22 €. Tipo: Tinto crianza. Variedad: Tinta de Toro. Fecha de entrada: 15/6/2004 Crianza: trece meses en barricas nuevas de roble de Nevers (70%) y americano. Consumo óptimo aproximado: 7 años a 16/18° C. Puntuación: 9,2/10 1ª Cata: Excelente sensación de limpieza, buena capa y densidad en el color, con sus tonos picota-amoratados y la lágrima bien teñida. La fruta roja resalta con potencia, se aprecian aromas de tostados, fresco regaliz y un toque mineral, que acompañan al recuerdo de madera fina y bien medida. Sabroso, tiene una adecuada concentración, la justa para no resultar empalagoso, un buen balance tánico que se recrea en el centro de la boca y proyecta la potencia hacia el conjunto aromático final.