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Jorge Pascual. El cambio garantiza el futuro de Jerez

  • Redacción
  • 2004-06-01 00:00:00

Su preocupación por la calidad ha sido constante en su trayectoria laboral. Ahora, como presidente del Consejo Regulador, observa con ilusión indisimulada las ganas de cambio de las gentes del Marco de Jerez. Con el nuevo impulso, cree que el mercado acabará redescubriendo estos vinos singulares, que recuperarán así su merecido protagonismo. Renovarse o morir. Una frase algo radical pero que expresa los nuevos aires que corren por las DD.OO. Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Aunque según el presidente del Consejo, Jorge Pascual Hernández, es más una evolución que una revolución, está zona ha reaccionado y resurge con fuerza tras un grave estancamiento en el consumo. Su respaldo: la singularidad y calidad de sus vinos, su experiencia comercial, su historia. Su reto: el cambio y las ganas de acometerlo. Lleva desde julio de 2003 al frente de los Consejos Reguladores ¿Cómo ve el momento actual y el futuro más inmediato de los vinos de Jerez? El Jerez y la Manzanilla se encuentran en un momento apasionante y de grandes desafíos que precisan la unión de todo el Marco de Jerez para desarrollar nuevas estrategias. Se trata de mirar hacia delante con la visión clara de lo que queremos ser a medio y largo plazo, partiendo de las experiencias positivas y negativas del pasado y del momento actual, con el fin de fomentar la ilusión de todas las bodegas por seguir apostando por nuestros vinos. Jerez tiene que recuperar su protagonismo, su orgullo, su lugar en un mundo cada vez más competitivo. El número de bodegas se ha reducido drásticamente en los últimos 20 años. Unas han desaparecido, otras han perdido su independencia y han pasado a manos de multinacionales, y algunas han optado por la diversificación ¿Se puede hablar de un punto de inflexión en estas DD.OO.? No podemos olvidar que las bodegas se fundaron a mediados del siglo XVIII, y ya van camino de los 250 años de existencia. Pocos negocios tienen tanta historia detrás. En este tiempo ha habido épocas de centralizaciones, de adquisiciones... Ahora bien, las familias bodegueras están ahora recuperando el protagonismo en el accionariado y se respiran otros aires. La diversificación, que se emprendió hace años comprando bodegas en otras DD.OO. y construyendo grandes marcas, ha regresado al Marco, y se han iniciado nuevos proyectos de diversificación de las mismas bodegas pero en la zona de producción. Es normal que se quiera sacar partido de las fuertes redes de distribución. Ello no significa ningún punto de inflexión sino un aprovechamiento de las sinergias que se derivan de una experiencia de muchos años en adelantarnos a lo que piden los mercados y los clientes. Los vinos que arropan las DD.OO. son singulares e irrepetibles, de fama mundial, elaborados con criterios de calidad contrastados y avalados desde hace más de 200 años. Quizás esta constante sea una de las causas por las que Jerez nunca sea noticia, tan solo en el mercado exterior. Paradójicamente, siguen siendo los grandes vinos más desconocidos para el consumidor español. ¿Por qué? Tal vez el sistema de soleras y criaderas nos ha hecho simplificar en exceso nuestro mensaje a los consumidores y dar una idea de que este sistema se encarga de hacer los vinos excelentes, olvidándonos de comunicar que teníamos un microclima muy peculiar en esta esquina de Europa, que nuestros viticultores eran pioneros y dominaban unas tierras difíciles para sacar calidad de uvas como la Palomino, Pedro Ximénez o Moscatel. Esta dedicación hacía que todas las cosechas fueran excelentes, y eso algunas veces no es noticiable. Hay mucho que comunicar, hemos entendido que el problema no es de mercado sino de producto, de cómo llegar a que nuestro cliente perciba lo que somos, la calidad que existe, que tenemos un vino para cada ocasión. Por ello desde el Consejo queremos introducir la «Cultura del Vino de Jerez», explicar nuestra historia, nuestra viña, sus variedades, los peculiares procesos de envejecimiento con esa flor viva que cambia los vinos con el mimo del enólogo, la rica tipología que existe, y cómo podemos combinarlos con la gastronomía tradicional, moderna y vanguardista. Hay que comunicar más y mejor, dar noticias de interés, demostrar que seguimos vivos. Jerez exporta más del 80 por ciento de sus elaboraciones, mientras que en el mercado interior los finos y las manzanillas son los vinos estrella, en cuanto a volumen de ventas ¿Dónde quedan los otros vinos (amontillados, olorosos, Pedro Ximénez...), auténticas joyas enológicas? ¿Podrán los finos y manzanillas seguir tirando de la D.O.? Con esa «Cultura del Vino» pretendemos redescubrir al consumidor español esos otros tipos de vinos que, sin ser realmente unos grandes desconocidos, sí es verdad que su ingesta es más local y muy puntual. Los vinos pálidos seguirán siendo, por un tiempo, los que tiren de las ventas. Sin embargo, el Cream y el Pedro Ximénez ya están empezando a suplir a otros vinos en muchas celebraciones, como vinos de postre en las comidas, e incluso se consumen como trago largo combinado con hielo. En cuanto a los amontillados, olorosos y palos cortados, el nuevo reglamento les está dando un lugar preferencial para destacarlos claramente como vinos de gran categoría. Según los analistas, Jerez tiene un problema de imagen añadido: la existencia de muchas marcas y menciones confusas, que suponen una barrera para el consumidor poco conocedor ¿Se impone un cambio en las estrategias de las bodegas en cuanto a promoción, designación, presentación...? El cambio ya ha empezado. La botellas han evolucionado, las etiquetas se están simplificando y el packaging, en general, ya lanza un claro mensaje: el vino de Jerez y la Manzanilla son vinos y se deben tratar como tales. Las variedades se mencionan con orgullo, el valor de los años de vejez queda reflejado en muchos etiquetados, acorde con las presentaciones más en boga... El Marco de Jerez está en plena ebullición, en plena fermentación de la que seguro saldrá el cambio de mentalidad necesario para adaptarnos a lo que deberán ser los vinos hoy y en el futuro. ¿Las nuevas designaciones de vejez, los VOS y los VORS, significan un valor añadido en la etiqueta, al estilo de los grandes destilados franceses? Estas categorías han contribuido a potenciar nuestra imagen de calidad y de prestigio, y van asentándose, poco a poco, como unos vinos de referencia para los que aprecian estas joyas. Además, hemos rescatado un concepto clave que teníamos algo olvidado en Jerez: la calidad se debe pagar y, por tanto, se debe reflejar en el precio de la botella. Los vinos de Jerez tienen la mejor relación calidad/precio del mercado, y el consumidor no lo aprecia en su justa medida. Poco a poco las casas se van sumando a esta gama especial, y el incremento de marcas es constante. ¿La existencia de Vinoble, el Salón Internacional de los vinos nobles, generosos y licorosos, ayuda a divulgar esa cultura de los vinos de Jerez ? La lucha de la organización por traer cada vez más expositores y la incorporación, este año, de productores japoneses, ayuda a que los vinos generosos tengan su sitio tanto para el consumidor nacional como internacional, primero como vinos y luego como joyas enológicas. La consolidación de Vinoble en este cuarto año y la presencia del Instituto do Vinho do Douro y Porto va a reforzar la importancia de esta feria, única por los vinos que vienen. Jorge pascual Lleva el amor por los vinos de Jerez y la Manzanilla en la sangre. Su padre, director técnico de González Byass, le inculcó esta pasión desde muy joven. Su vida profesional también está marcada por otra figura a la que Jorge Pascual considera su mentor, Jorge Mundt, quien fuera director general de Sandeman. Fue en 1979 cuando comienza su andadura en el sector bodeguero en la mencionada firma andaluza González Byass. De ahí siguieron ocho años dedicados a la gestión económica de las centrales nucleares de Almaraz y Trillo. Tras este periodo de tránsito, regresa de nuevo, en 1989, al Marco de Jerez, esta vez al grupo Sandeman, primero como controlador de procesos y luego como director de producción. Asimismo es nombrado apoderado y vocal del Consejo de Administración de esta firma, donde además de las tareas mencionadas se encarga de la distribución en España de las marcas de la multinacional Seagram. En 1999 accede al cargo de director general del centro de Sandeman en Jerez, cargo que complementa con la presidencia de la Comisión Económica de Fedejerez y el puesto de vocal del Consejo Regulador. En julio de 2003 logra, por consenso absoluto, la presidencia del Consejo Regulador, circunstancia por la que abandona Sandeman para dedicarse de lleno a acometer el cambio en esta D.O.

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