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Los aspirantes

  • Redacción
  • 2006-04-01 00:00:00

Son las aspirantes a obtener en un futuro la categoría de Denominación de Origen, con un perfil dominante: por el momento, el tinto, a pesar de que el clásico rosado vuelve a estar de moda. En estas catas hemos encontrado mucha variedad y abundancia de buenas intenciones. Cierto es que no todo parece excelente ni hay nada rematadamente malo. La añada 2005 todavía duerme en los depósitos. Daremos buena cuenta de ella en la Revista MiVino. La cata ha dejado constancia de la riqueza de variedades que crecen en las tierras castellanas, todavía muchas de ellas en experimentación. Para nosotros, la variedad que en este momento mejores resultados han dado son la Prieto Picudo y la Bruñal, aunque está última resulte bastante complicada de entender para un neófito del vino. Otras, como la Rufete o la Juan García, poseen características muy sensuales de frutas rojas abundantes y equilibrados pasos de boca que entusiasman a quienes las prueban por primera vez. Y todo ello sin despreciar la Tempranillo -la variedad más plantada en toda España, por encima de la Garnacha-, que muestra en tierras Zamoranas un estilo único, tal como ocurre en Arlanza. Todas, en cierta medida, contribuyen a dar personalidad a sus vinos, a otorgarles un carisma singular para que en un futuro no muy lejano puedan llegar a sugerir, para quién pruebe sus vinos, una asociación instantánea de la variedad y su región, sin el menor ápice de duda. La cata ha sido dirigida por Bartolomé Sánchez y Javier Pulido. 14,5 Haciendas Durius-Valle del Duero Hacienda Zorita 2003 Bien formado y buena fusión entre madera y fruta. Todo en gran armonía. Es discreto en su paso de boca, suave, sin aristas y con un agradable buqué. 2006 a 2009. 15 Arribes del Duero Sdad. Coop. Arribes de Vettonia V.S. Rva. 2001 Es el mejor vino de la bodega, con diferencia. Define un cambio que apuesta por la concentración, tanto en color como en estructura. Todavía por redondear, pero muy carnoso, de abundante frutosidad y profundidad. La madera deberá ensamblarse. 2006 a 2010. 15 La Setera La Setera 2003 Muy personal, de aromas que recuerdan tanto a la fruta blanca como a la negra. Enriquecen esta paleta aromática las notas de ceniza, tabaco y lías. Golosidad notable, con cuerpo y longitud. Interesante. 2006 a 2009. 15 Bod. Coop. Virgen de la Bandera Viña Borbón 2004 Se nota el trabajo de selección de uva, por su concentración, limpieza y carga frutal. Aunque todavía le falta tiempo en madera, le sienta bien. Es más persistente, comprometido y estructurado a pesar de que el año ha sido difícil. 2006 a 2008. 15,5 Ribera de Pelazas Gran Abadengo 2003 Una de las máximas expresiones que se conocen de la variedad Juan García. Desde la última cata, la madera se ha integrado y disfruta de mejor armonía y carga frutal. Carnoso y amplio en aromas. Un buen resultado. 2006 a 2010. 15,5 Haciendas Durius-Valle del Duero Magister 2002 Un cambio notable que hace al vino más elegante, refinado, con el desarrollo de sus aromas bien compenetrado con los de madera. A pesar de la juventud de sus viñas no adolece de ningún defecto de juventud. En boca es carnoso, equilibrado y placentero. 2006 a 2010. 16 Ribera de Pelazas Bruñal 2004 Tiene personalidad, potencia y profundidad del terruño. Se caracteriza por su aporte balsámico, a hierbas de campo, espliego, cardamomo y cítricos. La madera utilizada todavía acentúa más su carácter. Su entrada es poderosa, fresca, envolvente, sin ssaturar, con un fino granillo que hace pensar en su próspera elegancia. 2006 a 2014. 14 Hijos de Máximo Ortiz González Viña Valdable Roble 2002 Su agradable evolución y desarrollo aromático anuncia su punto cumbre para disfrutarlo. Hay recuerdos de fruta pasa (higos-ciruela), canela y tabaco. Es suave al paladar, de buen paso y agradable trago. 2006 a 2008. 14,5 Arlanza Sdad. Coop. Provincial Dominio de Manciles Cr. 2003 Cierto dominio de la madera pero buena carga frutal, robusta de color, envolvente y de fina expresión a mora y arándano. Muy carnoso, amplio en su recorrido, dejando clara golosidad a la entrada que se amortigua con el amargor. Bien elaborado. 2006 a 2009. 15 La Colegiada Lerma Cr. 2003 Estilo clásico, no muy atenuado por los ligeros recuerdos de fruta negra en licor y especias frescas. Tiene peso de fruta y estructura, con notable frescura que se agradece. Falta ensamblar para disfrutarlo mejor. 2006 a 2009. 15 Monte Aman Pago de Valdeágueda 2003 Tempranillo bien definido, de abundantes recuerdos a grosella, mora y notas elegantes de arcilla. Aunque fragante en nariz, en boca, por su tenor secante provocado por la madera, invita a guardarlo. Su abundante frutosidad y buenos parámetros (acidez, alcohol, entre otros) le auguran un buen futuro. 2006 a 2010. 15 Sierra Sueños del Duque Rva. 2004 Color perenne que muestra poca evolución. Principio cerrado que pronto desvela su naturaleza de vino complejo. Atesora una amalgama de aromas a tabaco, tinta china, cuero, boletus. En boca la fruta fluye con profundidad, elegante, aunque algo sorprendida por el tanino de la madera. Está para beber ahora. 2006 a 2010. Sdad. Coop. El Tesoro Urz (proyecto) 2005 Aunque todavía duerme en depósito, la fruta es abundante, así como su color y aromas. Tiene grasa, buena estructura y acidez. 14 Verdes Viña Verónica roble 2002 Cierta rusticidad en su elaboración aunque mantiene los patrones varietales con riqueza mineral y de fruta negra definida. Sabroso, con cuerpo y de buen paso de boca. 2006 a 2007. 15 Otero Otero Rva. 2000 Domina su estilo clásico, todo muy fundido y con franqueza de aromas. Desarrolla las notas de higos, regaliz, monte bajo. Tiene grasa que hace más completa su entrada, buena estructura y longitud. 2006 a 2010. 15 Otero Valleoscuro 2004 Hay un buen juego entre las variedades Prieto Picudo y Tempranillo. Cierta evolución de las variedades que no desentona, clavo y maderas aromáticas. En boca fluye uniforme, sin aristas, con frescura y complejidad. Todavía puede aguantar más o beberse ahora. 2006 a 2010. 15 Sdad. Coop. Viña Escuderos Gavión Selección Especial 2001 Se potencia la gama balsámica por las cualidades de la uva y la madera. Tiene profundidad y buena estructura en boca, además de frescura y vigor tánico. Necesita botella para ensamblar el conjunto y definir su porte frutal. 2006 a 2011. 15,5 Viñas Zamoranas Oinos viñas viejas 2002 Cierta timidez aromática propia del Tempranillo. Tiene profundidad, minerales, notas aromáticas de hierbas y un toque pétreo. Buen trabajo con la madera, jugoso, granulado y fino. Perfila muy bien la estructura del vino. 2006 a 2012. 15,5 El Soto, Sdad. Coop. Proclama Rva. 2003 En nariz refleja la imagen de un vino moderno, con claras notas de fruta negra muy madura, tostados acusados y maderas aromáticas. Sin embargo, en boca el volumen es comedido, de tenor cálido, nada agresivo, con delicados taninos frutales que acompaña una crianza muy discreta. 2006 a 2012. 16 Alizán Bodegas y Viñedos Alizán Prestigio 2001 Posee gran limpieza frutal, riqueza de compuestos cedidos por el suelo, notas de cedro y corteza de cítricos. Bien dosificada su madera así como su delicado paladar que destaca por su textura grasa, jugosidad y finura. Buena elaboración que deja un largo final. 2006 a 2013. 16 Teso Blanco Brochero 2004 Fruta y madera derrochan calidad, proyección de buenos atributos aunque falta botella para fundir a ambos. En boca, por su frescor, casi recuerda a la variedad Mazuelo pero, sin duda, es un gran vino. Llena la boca de refinados taninos, mineralidad, flores y fruta fresca (grosella). Es recomendable trasvasar a una jarra una hora antes. 2006 a 2012. 17,5 Teso Blanco Dominio de Sexmil Summa 2003 Es un vino muy poderosos al principio, como una roca, exagerado en todo: desde su color impresionante, madera sofisticada, fruta apabullante. La madera se expresa con exquisito trato. Una concentración y un poderío en la boca no encontrados en ningún otro vino de la zona. Si se quiere disfrutar de él habrá que esperar al 2004 porque del 2003 no hay nada. Es obligatorio abrirlo cuatro horas antes o incluso dejarlo de un día para otro. 2006 a 2015. 14 Arturo Álvarez Finca Montegrande 2004 Se nota que cuida la expresión de la uva, su franqueza. Hay poca evolución y un toque balsámico de juventud bien integrado, notas florales. Sabroso, con viveza y agradable en su recorrido, aunque algo breve. 2006 a 2007. 14 Tampesta Tampesta roble 2004 Peca de madera, por el momento, aunque no llega a desligarse de la base frutal que es expresiva y abundante en matices. Sin embargo, en boca, su textura y equilibrio se imponen, dejando un agradable fondo de mora y grosella. Necesita botella. 2006 a 2007. 14,5 SAT Viñedos Pedro Marcos Los Silvares 2001 Si no fuese por el predominio de la madera estaríamos hablando de un magnífico vino, porque tiene cualidades de sobra. Su óptima maduración y expresión frutal son espléndidas, además de lo bien trabajado que está el tanino de la uva, alejado de toda rusticidad, y buena formación en boca. 2006 a 2009. 14,5 Pardevalles Pardevalles cr. 2001 Mantiene el color muy vivo. Tiene profundidad, aromas de tinta china, madurez plena y franqueza. La madera guarda discreción y aporta la estructura necesaria para vestir su paso de boca. Es más moderno. 2006 a 2008. 15 Vinos de León-Vile Don Suero Rva. 2000 Es el primer reserva que inaugura los vinos de calidad. Un 2000 muy entero de color. Tiene el buen talante de la complejidad (tabaco, humus, canela) con un fondo de cassis almibarado. Destaca su frescura, delicado paso de boca y vibrante tanino todavía vivo con un atenuado buqué final. Un buen estilo clásico. 2006 a 2011. 15 Gordonzello Peregrino maceración carbónica 2005 Desde su última cata ha mejorado notablemente. La fruta está mejor formada, incluso más abundante sin llegar a los extremos, moras, sandía, especias. Carnoso, suave, envolvente. Sería un buen vino para chateo. 2006 a 2007. 15 Señorío de los Arcos Vega Carriegos v.s. 2003 Cerrado, pero limpio, buena señal. Abundante coloración, fondo de fruta negra madura, flores, mineral y toque de lías. Buen trabajo. Lo que más nos gusta es la textura de su tanino, la jugosidad y potencia varietal. Ha sabido interpretar la uva. 2006 a 2008. 15 Villacezán Villacezán seis meses 2004 Es la versión más expresiva y radiante de la bodega en toda su gama. Donde la Prieto Picudo inunda la copa con recuerdos de golosina roja, frambuesa y flores con cierta influencia de los aromas de maceración carbónica. Sus seis meses de barrica son cruciales para construir mejor el paladar sin desvirtuar la fruta. 2006 a 2010. 16 Dehesa de Rubiales Dehesa de Rubiales Polivarietal 2001 No le viene nada mal el aporte de Tempranillo al Prieto Picudo. Resulta más profundo en fruta, incluso más goloso en boca, aspecto que sirve para amortigua el amargor típico del varietal. Buena sintonía con las maderas y profundidad final que recuerda los arándanos y el pedernal. Magnífico. 2006 a 2012. 16,5 Dominio Dostares Cumal 2004 Un torrente de frutosidad, tanto en nariz como en boca. Concentrado, muy bien extraído, abundantes recuerdos de frambuesa, mora, pedernal, violetas, tinta china. Aunque lo que más nos ha impresionado es la estructura inicial en boca, su frescura, jugosidad, delicados taninos (robustos pero fundentes), con un final largo que nuevamente seduce por su porte frutoso. Con un tiempo en botella será espléndido. 2006 a 2015.

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