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El enorme trabajo realizado en las tres denominaciones de origen vascas que encuentran en el txakoli su principal seña de identidad vitícola está cristalizando en unos vinos blancos de bellísima factura. Cada vez más, los proyectos bodegueros apuestan por elevar el valor de sus elaboraciones a base de confiar en una viña singular por entorno y variedad, además de explorar en las elaboraciones aspectos jamás planteados. Si en la actualidad existe un vino blanco con una incuestionable capacidad de envejecimiento y evolución, ese es el txakoli. Su gran acidez y expresión silvestre se convierten en complejidad y elegancia con el paso de los años. He aquí 27 pruebas patentes de estos vinos con vocación de guarda.
